El verdadero cambio en el diseño y accesibilidad de las sillas de ruedas comenzó a gestarse en el siglo XVIII. En 1783, John Dawson de Bath, Inglaterra, desarrolló la "Bath Chair", una silla de ruedas que se convirtió en muy popular. Este diseño incluía dos ruedas grandes en la parte trasera y una pequeña rueda delantera, permitiendo un mejor control y maniobrabílidad.
El siglo XIX trajo consigo la Revolución Industrial y, con ella, avances significativos en la fabricación de sillas de ruedas. En 1869, se patentó en Estados Unidos la primera silla de ruedas plegable, fabricada en acero y con ruedas de goma. Este diseño facilitó el transporte y almacenamiento, ampliando considerablemente su uso y accesibilidad.